domingo, 10 de agosto de 2008


El 3 de agosto pasado, murió a los 89 Alexander Solschenitzin. Premio Nobel de Literatura 1970.

Fue sin duda, el escritor ruso más importante del siglo XX. Desde niño quizo ser escritor y al no poder estudiar Letras en su ciudad, estudió por correspondencia. Se recibió de Físico y Matemático. En 1945 fue arrestado porque, en la correspondencia con un amigo de su época escolar, la censura encontró algunas observaciones irrespetuosas sobre Stalin y en virtud de la resolución de un comité especial, fue “sentenciado", a ocho años de confinamiento en un campo de prisioneros. Allí comenzó su largo y terrible peregrinar por lo que luego sería el título de su obra más conocida, "Archipiélago Gulag". Un mes después de haber cumplido la totalidad de la condena de ocho años, sin ningún tipo de juicio adicional, sin siquiera otra resolución del Ministerio, tan sólo en virtud de una decisión administrativa, en lugar de ser puesto en libertad, resultó exiliado de por vida a Kok-Kerek en el Sur de Kazakistán. El exilio duró hasta Junio de 1956. Luego emigró a los Estados Unidos estableciéndose en Vermont. Los americanos lo recibieron con los brazos abiertos, esperanzados de encontrar en él a un vitriólico crítico del sistema comunista en medio de la batalla propagandística de la Guerra Fría. Se equivocaron. Si bien Solyenitzin nunca cesó de mostrar las falencias y demostrar la inviabilidad del sistema comunista, su posición fue la de un escritor moralmente íntegro. Mientras estuvo en su propio país, criticó y expuso las barbaridades del sistema bajo el cual vivía. Pero quienes esperaban que siguiese criticando a su patria desde el extranjero se encontraron con la desagradable sorpresa de hallarse frente a un hombre que ahora criticaba, y sin demasiados miramientos precisamente, las falencias y los defectos del sistema capitalista. Los norteamericanos no sólo no consiguieron instrumentarlo para sus fines propagandísticos sino que, encima, tuvieron que soportar la sinceridad de un intelectual insobornable que jamás consintió en dejar de llamar las cosas por su verdadero nombre, sin ocultamientos y sin hipocresías.
Esa actitud le granjeó una buena cantidad de enemigos también en Occidente y explica buena parte de las críticas de las que fue objeto, la mayoría de las veces de un modo extremadamente desleal, muchas veces con burdas mentiras y casi siempre con argumentos por demás objetables. Con la llegada de Gorbachov al poder a mediados de la década de 1980 y la implementación de la glasnost, la censura que pesaba sobre el trabajo literario de Solyenitzin fue eliminada y sus obras se publicaron otra vez en Rusia.Recuperó su ciudadanía en 1990 y regresó a Rusia en el verano de 1994, tras veinte años de exilio. Llamado a proponer alternativas al régimen soviético, rechazó el énfasis Occidental sobre la democracia y la libertad individual, pugnando, en cambio, por la formación de un régimen justo, pero con firme autoridad, que pusiese los tradicionales valores cristianos de Rusia por encima del materialismo utilitarista de Occidente.
OBRAS PRINCIPALES:
El Archipiélago Gulag (1973).El primer círculo (1968).Un día en la vida de Iván Denisovich (1962).El pabellón del cáncer (1968-1969).Nunca cometemos errores (1963).Por el bien de la causa (1964).Agosto 1914 (1971).Cómo reorganizar Rusia (1990)El problema ruso al final del siglo XX (1992).
Obras de Solyenitzin que les puedo ofrecer en este momento:
Cuentos en miniatura. $18.
El primer círculo. $20.
Archipiélago Gulag. $20.

No hay comentarios: